Todo lo que debes conocer en tu viaje a París
París es la capital de Francia, y como tal, enorme. Hay un sinnúmero de actividades que hacer, de barrios que recorrer, de edificios que visitar, y cada una cargadas de una fuerte historia, con un legado de cientos de años atrás. París es una reliquia en sí misma, con edificios desde hace casi un milenio, y otros recientes que destacan de la misma forma, con miradores, puentes, museos, parques reconocidos a nivel mundial, París está en la retina de todos, de ese lugar que al menos hay que visitar alguna vez.
Por lo mismo, se hace indispensable organizar con anticipación un itinerario, saber de antemano que se puede hacer, y que es de nuestro interés, y así, optimizar al máximo nuestro tiempo como viajero. Aquí se resumirá 20 actividades que hacer en París, desde paseos por algún barrio icono hasta subir a alguno de los miradores más populares.
Subir el Arco del Triunfo
El arco del triunfo, ese monumento en honor a la batalla de Austerlitz, que pese a que fue encargo de Napoleon, nunca lo pudo ver completo, ni menos cruzarlo. Pero tú si puedes, el arco se ubica justo al final de los Campos Elíseos, y para subirlo puedes reservar la entrada por la web o comprar directamente en taquilla (esta si es posible, y sin tener que hacer grandes filas). La entrada cuesta 13 euros, y la subida es solo mediante escalera, una escalera caracol que te llevará al último piso, y otra escalera que te llevará a la terraza, et voila, una de las mejores vistas de París, con la torre Eiffel como protagonista.
Aprovecha de ver el último piso, que es un museo sobre el mismo arco, su construcción, su historia y algunos de los otros arcos del triunfo que existen por el mundo.
Subir la Torre Eiffel
Y si subiste el arco del triunfo, porque no la torre. Subir al mirador de la torre Eiffel debe ser sin duda una de las mayores atracciones no solo de París, sino que de todo Europa. Para subir tienes dos miradores disponibles, la segunda planta y la cima, y puedes subir mediante ascensor o escalera, de lo que elijas dependerá el precio de la entrada.
A decir verdad, la visual no cambia mucho entre ambos, así que si quieres ahorrar, puedes elegir solo la segunda planta, y ya tendrás unas vistas increíbles de París, con la colina de Montmartre incluida.
Visitar el Louvre
El Louvre quizás sea el museo más popular del mundo, y es que su colección es impresionantemente grande. Cientos de miles de obras, desde el renacimiento italiano, hasta esculturas grecorromanas, y pasando por un cúmulo de antiguas civilizaciones, como la Persa o la Egipcia. Un lugar que para los fanáticos del arte, de la historia, de la cultura, será mágico.
Antes de ser museo, el Louvre era el palacio del Rey, de varios Luises de hecho, hasta que uno de ellos, Luis XIV, trasladó el palacio de gobierno hasta Versalles. Por tanto, los pasillos que transitas mientras ves tanto arte, están cargados de historia, de reyes, de traiciones, de asesinatos incluso.
El museo puede ser abrumador, incluso para los más fanáticos, ya que tiene cuatro pisos, tres alas, y cada ala con dos pasillos, o a veces tres. De todas formas hay que visitarlo, pero recomiendo hacerlo unas cuantas horas, quizá una mañana, y decidir con anticipación las obras que quieres ver, y así, te diriges directamente a cada una de ellas. Las que tienen que estar presente, si o si, es La Gioconda, la obra de DaVinci, y quizá el cuadro más famoso que existe, y pese a que tienes que hacer fila, la verás de lejos, con dos cristales delante de ella, y además de ser pequeña, vela con tus propios ojos y siente la experiencia. Otras obras a visitar pueden ser “La Libertad guiando al Pueblo”, “Venus de Milo”, “La Consagración de Napoleón”, “Las Bodas del Caná”, “Eros y Psique”, los Capiteles del Palacio de Dario I.
Caminar por los Campos Elíseos
La calle principal de París, que viene de la mitología griega en donde los héroes muertos llegaban como virtuosos, como campeones. Sus casi 2 kilómetros separan la Plaza de la Concordia, esa donde la guillotina cobró acción en la revolución francesa, con el arco del triunfo.
Te demoraras casi 30 minutos, es gratis, y evita los cafés y restaurantes de la misa, ya que siempre inflan un poco más los precios de sus productos.
Cruzar por el Puente Alexandre III
Uno de los puentes más destacados de París, y el segundo más largo tras el puente Neuf. El puente Alexandre III fue un regalo del Zar Ruso Nicolas II, en honor a la alianza Franco-Rusa.
El puente separa los distritos VII y VIII, y calza justo con la explanada de los Inválidos, esa que te lleva al museo del mismo nombre. Cruzarlo es absolutamente gratis, y tendrás una visual de uno de los puentes más bellos de París, imponente, dorado, con una escultura gigante en el centro y hacia fuera del puente, que representa a la Ninfas del Sena, en comparación a las Ninfas del Neva (río que corre en Rusia). Y además, es un spot clave para ver la Torre Eiffel, donde las fotos quedaron increíbles.
Navegar por el Río Sena
El río Sena es el principal de París, de hecho su rivera es patrimonio de la Unesco, y su navegación es una de las principales actividades que hacer. Ya sea por la mañana o por la noche, las vistas de París son increíbles desde las aguas, verás el Louvre, la mayoría de los puentes, la Conciergerie, la Torre Eiffel, Los inválidos, casi todo el centro histórico de París.
El tour cuesta euros, dura aproximadamente 30 a 45 minutos e incluye una explicación de lo que vas viendo, que generalmente es en francés o inglés.
Pasear por el Barrio de Montmartre
El barrio de los artistas, donde el tiempo pasa más lento, Montmartre es un barrio distinto, muy distinto, a lo que es el París del centro. Aquí es un barrio que no goza de grandes estructuras, ni de edificios centenarios, su gracia es su vida, su flujo, como la gente se desenvuelve, sus pequeñas calles, lejos de los apoteósicos Campos Elíseos. Para coronar, en su cima, la Basílica del Sagrado Corazón, una iglesia recién construida en el siglo XIX, su entrada es gratis, y subir a la cúpula cuesta 6 euros.
Picnic atardecer en el Champ de Mars
El Champ de Mars, o Campo de Marte, es el parque público que está bajo la imponente Torre Eiffel, su nombre se debe al Campo de Marte de la historia Romana, una extensión de tierra al norte de las murallas, y donde comúnmente se hacían altares al dios Marte, el de la guerra.
Hoy en día, este parque es uno de los grandes pulmones verdes de París, y la gente lo usa para hacer picnics y esperar la iluminación de la Torre (a las 23 hrs en verano). Ojo, que por el lugar hay constantes personas vendiendo cervezas y vinos, peeeeero, es mucho más conveniente comprarlo en algún local fuera del Champ de Mars, y evitas esos euros que los revendedores inflan los precios.
Ir a los Jardines de Luxemburgo
Otro de los parques públicos de París, está ubicado en el distrito VI, y es una de las mejores actividades gratis que hacer por París. Pasea por sus arboledas, mira sus flores, puedes sentarte y descansar frente a la pileta, y ver sus estatuas, que son muchísimas. Además, podrás ver el palacio de Luxemburgo, que es sede del senado francés.
Pasear por el Barrio Latino
Uno de los barrios más vivos y más llamativos de París, y su nombre no es gracias a que sea colonia de latinoamericanos, sino que en la época medieval era una zona con estudiantes que se comunicaban en latin.
Hogar del Panteón, y muy cercano a los jardines de Luxemburgo, es un lugar que puedes vivir un París diferente, caminar por sus calles serpenteantes, sus plazas en honor a Saint Michel, y disfrutar de algunos restaurantes típicos de Francia, que por cierto, deben ser los más baratos de toda la ciudad.
Visitar la Catedral de Notre Dame
La catedral más importante de París, la catedral de Notre Dame, ubicada en la mínima Isla de la Cité, que está rodeada por las aguas del río Sena. De estilo gótico, su construcción es de hace casi mil años, y ha visto puntos trascendentes de la historia de Francia, como la coronación de Napoleon como emperador.,
Lamentablemente sufrió un incendio durante 2019, en donde gran parte de su techo y la aguja central se consumieron, por lo tanto no puedes entrar (y por mucho tiempo más), así que solo queda verla, y tomarle una buena foto. El mejor spot no es desde su frontis, que siempre está repleto de gente, sino que alejate un poco hacia el puente que separa la isla con el barrio Latino, y de ahí sacalas, prometo que quedan mucho mejores.
Recorrer el Palacio de Versalles
Quizá no es París, pero su cercanía hace que sea uno de los lugares más visitados, y es que Versalles es otro de los lugares que carga con mucha historia. El palacio de Versalles surge como una estancia de placer realizada por Luis XIII, para cazar en los dominios de Versalles. Su principal ampliación fue a cargo de Luis XIV, donde el año 1682, este mismo decide trasladar toda la corte hacia el Chateau, y nombrarlo el Palacio Real. Hasta que finalmente, la revolución francesa, hizo que la realeza, y su corte, regresaran a París.
Los tours pueden ser con guía (más caros), o con audioguía (más económico, y es el que recomiendo). El precio para entrar depende de muchas cosas, de si quieres entrar solo al palacio, al palacio y los jardines, o deseas ver todo, hasta con el Gran y Pequeño Trianón, y la Aldea de la Reina. De todas formas, recuerda que Versalles al menos te tomará una mañana completa, solo considerando el palacio.
Caminar por Trocadero
El sector de Trocadero es una plaza, más o menos en altura, con varios edificios alrededor, zona de pasto, piletas y fuentes. Y lo mejor, es quizá el mejor punto para ver la Torre Eiffel.
Trocadero es completamente gratis, está siempre lleno de gente, con mucha vida, comercio, gente riendo, tomando fotos, haciendo picnics, artistas callejeros, de todo, así que si quieres una foto con la torre, aguantas que saldrá llena de gente, esperas un lugar, como la zona de las escaleras, o madrugas y la ves desde temprano, donde el flujo de gente es muchísimo menor.
Disfrutar la Opera de Garnier
Uno de los edificios emblema de París, la ópera o palacio Garnier, diseñado por Charles Garnier a pedido de Napoleón III.
Solo su fachada ya es un espectáculo, imponente, de mármol y bronce, con múltiples monumentos en honor a algunos grandes compositores de la historia, por lo que solo rodearlo y ver su exterior ya es algo que sorprende, y que debes hacer si estás en París. Ahora, si quieres entrar, deberás pagar los 13 euros que cuesta la entrada, o también, ir y comprar un ticket para ver alguna obra.
Entrar a la Sainte Chapelle
Otra de las cosas que ver en la Isla de la Cité (esa donde está la catedral de Notre Dame), es la Sainte Chapelle, otro templo, y también de arquitectura gótica, construida por los años 1200, para guardar las reliquias del Rey Francés Luis IX (que ahora es San Luis IX). Reliquias que consiguió comprándolas en Constantinopla, que eran la corona de espinas, parte de la cruz y la lanza sagrada, que adivinen, eran falsas.
Los tickets para entrar cuestan 12 euros y puedes comprar directamente en taquilla.
Visitar la tumba de Napoleón
Napoleón, personaje fundamental de la historia de Francia, protagonista de la Revolución Francesa, y posterior primer cónsul del mismo país tras un golpe de estado. De ahí, su legado y su imperio se extendieron, controlando lo que es Europa Occidental y Central gracias a su táctica militar. Hoy en día es objeto de admiración o repudio, según a qué bando preguntes, lo que si, su tumba, en el Museo de los Inválidos, es uno de los atractivos turísticos más importantes de París.
La entrada cuesta 14 euros para los adultos, y no es necesario reservar con anticipación, puedes comprarlo directamente en taquilla.
Conocer el Moulin Rouge
El molino rojo, un cabaret justo al inicio del Montmartre, quizá el más popular del mundo, ya que tiene muchas imitaciones y hasta películas sobre él. Los ingredientes de su éxito son probablemente su ubicación, el Montmartre era un barrio que recién estaba surgiendo lejos del alboroto del centro de París, más bohemio, con más fiesta, con más del mundo artístico.
Napoleon, personaje fundamental de la historia de Francia, protagonista de la Revolución Francesa, y posterior primer cónsul del mismo país tras un golpe de estado. De ahí, su legado y su imperio se extendieron, controlando lo que es Europa Occidental y Central gracias a su táctica militar. Hoy en día es objeto de admiración o repudio, según a qué bando preguntes, lo que si, su tumba, en el Museo de los Inválidos, es uno de los atractivos turísticos más importantes de París.
La entrada cuesta 14 euros para los adultos, y no es necesario reservar con anticipación, puedes comprarlo directamente en taquilla.
Tour por el Centro Histórico
Una de las mejores cosas que podrías hacer, es visitar Paris con un guía, y que te comentan toda la historia de tu alrededor, más que mal, son casi 3000 años de historia, con varios sucesos históricos que hicieron del mundo lo que es hoy en día. Lo mejor, es que veras los edificios y sus calles de otra forma, con un conocimiento mayor, sabrás por ejemplo que en La Conciergerie estuvo encerrada Maria Antonieta antes de su muerte, de otra forma, solo hubiera sido un edificio antiguo a la orilla del Sena. Lo mismo con los distintos puentes o las distintas plazas.
Si quieres ahorrar, existen los Free Walking Tour, que pese a que dice la palabra Free, no son gratis, ellos son guías que trabajan bajo propinas, y harán su mayor esfuerzo en entrenarte en una caminata de más o menos dos a tres horas contándote una resumida historia de París. Así que al finalizar, dales una propina, que se recomienda de 10 euros a más, mucho más barato que con un guía convencional.